sábado, 19 de enero de 2008

Ejercicios para la conciencia

Ejercicios para la conciencia


1. Ejercicios preparatorios:

Postura —ojos cerrados— respiración libre— Hará.

Mantenga una postura erguida y relajada. Respire con total libertad y permanezca en Hará hasta que el sosiego alcance su mente.


2. Concentración:

Desarrollo consciente de las experiencias

- Contemple de la forma más relajada que pueda sus pensamientos, imágenes y recuerdos interiores y sea consciente de los mismos hasta que sus experiencias interiores —su mundo interior— sean también conscientes.

- A continuación, el flujo del pensamiento se tranquilizará, al liberar los pensamientos con las espiraciones. Pero antes identifíquelos.


3. Punto central de la concentración:

Cuando sus- pensamientos se hayan aquietado, piense en YO SOY. Cuando inspire piense en YO y con cada espiración SOY; cada vez con más tranquilidad. Compare los pensamientos con el ritmo respiratorio y observe la respiración suave. Ahora concéntrese en la zona central de la corriente respiratoria en el YO y en las próximas comentes respiratorias en SOY. Contemple de forma relajada las experiencias interiores. Cuando emerja algún sentimiento o pensamiento vuelva al principio del ejercicio 3 o al 2, y repita estos pasos hasta que el pensamiento se serene. Ahora piense, al comienzo de cada inspiración, en YO y manténgase concentrado durante un tiempo, incluso durante las espiraciones, en este YO. Contemple de forma relajada y consciente su interior y evite que ningún pensamiento invada su mente. Ahora concéntrese en SOY. Si se produce algún trastorno vuelva a comenzar el ejercicio 3 o el 2. El YO SOY debe ser una experiencia cada vez más profunda.

Ejercicios de yoga para la conciencia


4. Meditación:

Cuando la concentración alcance este punto, realice una pausa del pensamiento consciente, primero en una corriente de la respiración, después en dos o más. Mire con atención su interior y experimente esa libertad de la consciencia cada vez mayor.

- Deje de pensar progresivamente en YO SOY y vuelva a estas palabras sólo cuando quiera hacer presente esta postura de meditación. Deje este YO SOY como una experiencia consciente del ser espiritual, sin mantener las palabras.

- Ahora en su consciencia sólo está el YO SOY y la respiración. No deje que emerja ningún pensamiento. Obsérvese interiormente y ábrase a la energía de su consciencia.


5. Finalización del ejercicio:

Observe la respiración y vuelva a pensar en YO SOY. Permita que se haga presente en su cuerpo —en su caparazón corporal. Ahora puede preguntarse: ¿Mi consciencia se encuentra igual que al comenzar el ejercicio o ha cambiado? ¿Estoy tranquilo y soy yo mismo? ¿Me siento raro? ¿En qué medida influye mi ser (esencia) en mi vida cotidiana? ¿Soy ahora otra persona? Finalice el ejercicio muy lentamente y de forma consciente como en el ejercicio de concentración.


- Esta forma de ejercicio es aplicable a cualquier ejercicio de meditación si quiere conseguir una concentración puntual. El umbral de la meditación se produce al atravesar los pensamientos de forma totalmente consciente. Además, para llegar hasta este límite se necesita una gran atención y un control de los pensamientos. Tan pronto como sea consciente de que el nivel en el que se ejercita está libre de pensamientos, podrá acceder al siguiente nivel de consciencia.

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