lunes, 2 de junio de 2008

Resultados del Hatha Yoga

Resultados del Hatha Yoga


El Hatha Yoga es el punto de partida del yoga. Se compone de una serie de sistemas de ejercicios que sirven para organizar, equilibrar y fortalecer la energía en el cuerpo y en la psique, para despertar y desarrollarse. Mientras que el Hatha Yoga se desarrolla, evoluciona también la consciencia. Los pasos (asanas) de Hatha Yoga no son ningún tipo de gimnasia muscular, como muchas veces se ha dicho. Más bien es una gimnasia consciente para el organismo y la sangre. Mediante las posturas de Hatha Yoga podemos experimentar conscientemente el flujo de sangre que pasa por cada órgano y parte del cuerpo. Esta gimnasia de la sangre se desarrolla y regenera a través de los ejercicios continuados de todo el organismo.

También tiene mucha importancia la higiene, que libera al cuerpo de suciedad y toxinas. La activación de la sangre y de las glándulas linfáticas, el estímulo del metabolismo y la circulación, como también la eliminación de los trastornos digestivos se deben a la realización continuada de los ejercicios. Hatha Yoga es la carga reconstituyente que permite conseguir un equilibrio: el cambio metódico de peso, estiramiento y presión, asociado con la dirección de la consciencia; respiración y relajación natural, desarrollo de la vitalidad, resistencia y contracción. La posición del Hatha Yoga armoniza también con los procedimientos vegetativos del organismo, así como la respiración, la circulación sanguínea y el metabolismo se enlazan de fonna inseparable. El equilibrio de la energía de la vida lleva a la salud.


RESULTADOS DEL HATHA YOGA SOBRE NUESTRA SALUD


Para que el flujo llegue a los sistemas nerviosos vegetativos es necesaria nuestra colaboración psíquica. Una realización mecánica, sin concentración en los ejercicios, y una actitud inconsciente produce una disminución del desarrollo. Para explicarlo: el sistema nervioso central es un órgano de dirección que está en nosotros. Nuestra voluntad debe ir unida a los músculos y sentidos. Por ejemplo, cuando queremos coger una manzana o aprovechar la temperatura de un radiador, colocamos la mano hacia adelante, por lo que el sistema nervioso central tiene que enviar un impulso voluntario para que el brazo y la mano se muevan. El sistema nervioso vegetativo o autónomo dirige muchos movimientos, pero normalmente la voluntad del hombre no interviene en ellos. Podemos poner muchos ejemplos de este sistema, aunque aquí sólo daremos dos: sentimos un desagradable malestar en el estómago cuando tenemos miedo o a causa de malas noticias sobre un allegado. Y quién no ha sentido la sensación de que está siempre despierto o dormido. En el sistema nervioso participan dos sistemas: el simpático y el parasimpático. Forman parte del sistema nervioso y pueden producir contracción o relajación, excitación o tranquilidad, procedimientos fisiológicos en el cuerpo. También dirigen los procesos psicosomáticos. La actividad y la tensión voluntaria aumentan la actividad del simpático, por ello se absorbe energía. En la tranquilidad y la relajación prevalece el parasimpático. Se almacena energía.


La tranquilidad y la relajación son las condiciones necesarias para la regeneración de los organismos. La mayoría de los occidentales hacen funcionar demasiado al simpático. Los ejercicios que relajan equilibran el parasimpático y son, además, una gran ayuda para donnir bien. Con una sobreexitación el simpático permanece alerta. Si nos colocamos en Hará podemos tranquilizar el corazón, y la circulación sanguínea y los músculos se relajarán. Con el refuerzo del desarrollo del parasimpático podemos conseguir un sueño profundo y tranquilo. "Un fundamento biológico dice: «Un estímulo despierto excita la energía vital, fuertes obstáculos la paralizan». Este conocimiento también vale para el Hatha Yoga y vuelve a las ideas del psiquiatra Rudolf Arndt y el farmacólogo Hugo Schulz. En este libro explicaremos sólo tres de los programas de ejercicios, aquellos que hemos considerado adecuados para los occidentales a fin de que puedan comenzar a entrar en el camino del yoga. El tercero es un programa de ejercicios para la columna vertebral, ya que la postura elástica de la columna es una cuestión fundamental para cualquier ejercicio de Hatha Yoga. También se toca un poco el poder meditativo, de manera que permita conseguir una espalda recta y flexible, lo que es imprescindible para alcanzar un cierto estado de concentración. Sobre la relajación y cómo evitar los dolores de espalda versan los siguientes. Todos estos ejercicios pueden serle de gran ayuda. Con estos programas puede llegar más adelante a realizar ejercicios de yoga de mayor dificultad.


El objetivo de este libro es ofrecer a los occidentales un yoga que les permita desarrollarse a sí mismos por primera vez, ser conscientes de la importancia que tienen los ejercicios de Hatha Yoga y darles una personalidad propia. Tales ejercicios pueden servir de preparación para otros más difíciles bajo la dirección de un maestro competente.

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