Ejercicios para ayudarse a uno mismo

1. Ejercicios preparatorios:

Postura —respiración libre— Hará— armonía.

2. Posibilidad de ayudarse a uno mismo frente a una mala disposición:

Sea consciente de lo siguiente: mi condición actual es producto de un mal desarrollo de mí mismo y del alma.

(A través de una mala identificación se produce un estrechamiento de la consciencia, así como miedo, tensión y falta de energía). Abandone por un momento la identificación y abra su energía del alma, su ser más profundo y espiritual. Concéntrese en una cualidad de las siguientes: YO SOY ALMA o SOY UN SER CONSCIENTE o TENGO CONFIANZA EN MÍ MISMO o MI SER INTERIOR ES LUZ. O mantenga un contacto directo con la zona consciente. Realice pausas del pensamiento cada vez más largas de forma controlada. (Es bastante normal que encuentre este ejercicio difícil y que no pueda realizarlo durante mucho rato. Lo que debe intentar en ese momento es acumular energía. Cada contacto verdadero en una práctica meditativa le proporciona un desarrollo positivo). Antes de acabar el ejercicio sea consciente de: mi consciencia tiene una naturaleza espiritual, más allá de la aflicción, la pérdida y el miedo. La luz de mi alma —el mí mismo— forma una unidad con la luz del mundo. El amor de mi alma forma una unidad con el amor de Dios. Mi alma es luz, amor, felicidad, amistad. Abro el núcleo de esta energía para conocerla sin limitaciones. ¿Qué energía del alma necesito para superar las dificultades?

Ejercicios de yoga para ayudarse a uno mismo

3. Finalización del ejercicio:

Finalice el ejercicio lentamente, como en los casos anteriores.

Una conclusión para cerrar este capítulo: la meditación se puede realizar de una forma práctica. Existen diferentes métodos de meditación, de los que sólo hemos hecho una pequeña alusión. La forma más conocida es la concentración y la meditación sobre un punto, una superficie de color, una vela, una cruz, un círculo, etc. También la inmersión en un impulso creador o una sublime inspiración mediante una obra de arte o una ocupación artística se corresponde por lo menos con un grado previo a la meditación. Se puede mencionar, por ejemplo, la música más sutil y poco frecuente. Para cada forma de meditación deberemos estar seguros de poder encontrar la forma individual más idónea para realizarla.